«Más vale encender una vela que maldecir un gobierno»

«Aquél que regale una rosa a otro se queda con el perfume encamado» Bernardo Kliksberg. Programa Armartya Sen.

«Aquél que consigue salvar una sola vida es como si salvara a todo el género humano» Programa Armartya Sen.

«El desarrollo precisa de la remoción de grandes fuentes de ausencia de libertad: la pobreza tanto como la tiranía; las oportunidades económicas limitadas tanto como la marginación social sistemática; el deterioro de las facilidades públicas tanto como la intolerancia o la intromisión de estados represivos».
Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998

Recientemente nuestra sociedad se ha visto inmersa en una serie de contradicciones, como por ejemplo, se puede hacer mención a la contradicción al apoyo nacional o internacional de manera incondicional a un territorio por haber sufrido un atentado, para un mes después odiar con la misma incondicionalidad ese mismo lugar, incluyendo en dicha contradicción su sentido inverso. El ser humano es contradictorio en su propia naturaleza, nuestra secuencia de ADN lo confirma, aún así no dejamos de crecer y desarrollarnos a través de dicha secuencia perfecta.

Cristina Rojas en «Gestión Pública para el Desarrollo» analiza un nuevo concepto de desarrollo humano que comprende el deber del Estado de asegurar tanto el acceso equitativo entre regiones de los servicios básicos, así como las capacidades y oportunidades que tienen las personas para vivir la vida que valoran con dignidad, productividad y creatividad.

Para ello es indispensable establecer y garantizar la Seguridad Humana fundamentada en la “libertad de temores y libertad de necesidades”. Comprende la seguridad: económica, alimentaria, salud, ambiental, personal, de la comunidad y
política.

Por lo que el desarrollo humano comprende: el ejercicio de los Derechos Humanos, la estabilidad democrática, la seguridad jurídica, la participación ciudadana, la redistribución del poder político, la readecuación del poder económico. Estos presupuestos imponen una condición de acceso a los servicios públicos y la participación social activa. Actualmente estos principios interdependientes entre sí, se están viendo amenazados y distorsionados, con el peligro que ello conlleva. Tenemos que tener presente que de una Dictadura a una Democracia es necesario un tiempo de transición, pero el proceso inverso puede ser tan sutil e intangible que sin llegar apenas a apreciarlo ya se puede estar dentro de él.

 

 

Todavía no existen papeletas que te den una posibilidad de voto para poder eliminar la corrupción, la desigualdad, la pobreza, la contaminación… Nos limitamos poner en dichas papeletas nombres de Partidos Políticos y personas que ni tan siquiera sabemos en verdad lo que realmente son o significan, pero, ¿y si a usted le dieran la oportunidad de votar, cuántas armas se van a vender durante cuatro años, o cuántas personas vamos a permitir que mueran por la pobreza extrema indicándolo con distintos porcentajes, o cuántos jóvenes vamos a dejar sin trabajo o sin posibilidad de vivienda, o cuantas personas no van a poder formar una familia por su capacidad económica, o qué parte valoraría usted para conseguir un puesto de trabajo o acceder a cualquier servicio?…supongo que nuestra conciencia de voto sería distinta. Ánimo a que se creen estas papeletas y se introduzcan en las urnas, y que por una vez podamos manifestar con votos, lo que realmente como sociedad vamos a permitir en la gestión pública, para poder ejercer nuestro verdadero derecho real, aunque sea un derecho no contabilizado.